miércoles, 6 de febrero de 2008

Nota de Rubén Dri en Página12


Sobre la discusión abierta a partir de las declaraciones del Ministro Lino Barañao

Rubén Dri, Profesor Consulto e Investigador de la UBA opina sobre las ciencias y la lógica del mercado
El país Lunes, 28 de Enero de 2008
LAS CIENCIAS Y LA LÓGICA DEL MERCADO
Por Ruben Dri *
Las siguientes líneas se suman a la polémica iniciada tras lasdeclaraciones del ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao, en una entrevista con este diario. El filósofo Rubén Dri propone reflexionarsobre la situación de las ciencias sociales en la Universidad de BuenosAires.-
Para el debate abierto sobre el conocimiento es fundamental preguntarsesobre la situación del conocimiento, la investigación y la docencia ennuestra universidad. Lo que en primer lugar salta a la vista es que launiversidad en general, y la Facultad de Ciencias Sociales que aquí nosinteresa en particular, aceptaron la lógica del mercado que como unhuracán se impuso en nuestro país en la década del '90. El deterioroacadémico, que es una percepción generalizada, no es más que suconsecuencia. Menester es, pues, que comencemos a realizar un análisiscrítico de semejante lógica, a fin de recuperar la facultad como espaciode creación colectiva al servicio de la sociedad.Todo el mundo sabe que los sueldos que se pagan a los profesores soninsuficientes. Para remediar tal situación el neoliberalismo encontró lasolución: la categorización y los incentivos.- La categorización. Una universidad –unidad en la diversidad– es lacomunidad, el sujeto colectivo, la producción colectiva de conocimiento,no en el sentido de supresión de las individualidades, sino de afirmaciónde las mismas en el seno de la comunidad. La comunidad no significa quetodos hacen lo mismo o que todas las funciones son exactamente iguales.Hay funciones diferentes, la de profesor titular, la de asociado, la deadjunto, la de auxiliar, pero ello no implica tener profesores de primera,profesores de segunda y profesores de tercera y profesores "parias". Esosólo acontece en una sociedad de castas. Mediante los concursos sedelinean las funciones en el marco de la comunidad. El "genial" invento dela "categorización" rompe la comunidad, introduce la jerarquización, lacompetencia, el individualismo, en una palabra la concepciónindividualista y de guerra a muerte que es propia del neoliberalismo. Selleva a la práctica de esa manera uno de los principios funda!mentales del neoliberalismo, la desigualdad. Esta, efectivamente, paradicha filosofía no sólo es un valor positivo, sino el valor positivo porexcelencia, pues incita a la competencia, motor de todo progreso. ¿Cómo secategoriza? Mediante la asignación de puntajes a determinadasactividades que se supone realizan los docentes. Ahora bien, lacategorización hace referencia directa a la investigación, teniendo encuenta también la docencia, pero ésta, de manera subordinada. Losdocentes universitarios aparecemos así categorizados como "investigadoresde primera", "de segunda", "de tercera" y así en adelante. Puedes haberganado el concurso que sea, eso quedó atrás, lo importante ahora es que tesometas a la categorización.De esa manera, el concurso queda desvalorizado. De hecho, es la clave paraser designado como profesor regular, pero ello no significa que, porejemplo, eres apto para desarrollar un proyecto de investigación. Para esodeberás someterte a un tribunal que juzgará si posees tal aptitud. Ahorabien, ¿cuál es el criterio por el cual, por ejemplo, los libros publicadosno pueden pasar los 180 puntos? ¿Por qué la docencia en carreras deposgrado puede llegar a los 100 puntos? El único criterio es el"decisionismo". No puede ser de otra manera cuando se aplican lasmatemáticas, o sea, lo cuantitativo, a lo cualitativo. Es cierto que estose aplica al poner determinado puntaje para la aprobación de las materias.La diferencia es que, en este caso, el puntaje está avalado por elconocimiento –al menos eso se supone– que el profesor tiene en relacióncon el dominio que el alumno posee de la materia. Es decir, locuantitativo en este caso es simplemente una manera de significar la apro!bación de la materia. En el caso de la categorización el problema esdiferente. Efectivamente, aquí no hay ninguna aprobación cualitativa. Todose reduce al más crudo cuantitativismo: asistencia a los congresos, tantospuntos; artículos en revistas, tantos puntos; y así adelante. Es unaverdadera banalización del conocimiento.El decisionismo que campea en la asignación de puntos a la investigaciónno puede menos de asombrar al otorgar puntos de investigación a la"gestión" ¿Qué tiene que ver la investigación con la gestión? Esta es unafunción de política académica. A ella no se llega por méritos académicos,sino por elección. Es bueno que quien ejerce una función política en launiversidad posea méritos académicos, pero no necesariamente ni siempre esasí. La gestión es una función necesaria que debe ser remunerada concriterios que tienen que ver con el trabajo que implica, pero mezclar lagestión con la investigación, otorgar puntajes de investigación por lagestión es mezclar el agua con el aceite.Un profesor debe preocuparse por acumular puntaje. Para ello se lanza aacumular títulos, maestrías y doctorados, asistir a congresos, presentarponencias, publicar artículos pero que sea con "referato", porque de esamanera tienen mayor puntaje. El invento del referato trae al imaginario laescena de la competencia futbolística.Una cosa es un artículo publicado con referato y otra, el mismo artículopublicado sin tan importante y trascendente aprobación. Con artículos conreferato uno puede llegar a reunir nada menos que 200 puntos. Esos mismosartículos, sin agregar una coma, pero privados de referato sólo puedenarañar unos 50 puntos. El referato le agrega un plus que no se sabe dedónde viene. Es como la "gracia eficaz" de San Agustín, o las palabrasmágicas que transforman la realidad material en espiritual.Los libros publicados por editorial con arbitraje o comité editorialpueden reunir hasta 180 puntos. Pongamos por caso: la Fenomenología delespíritu, la Ciencia de la lógica y la Enciclopedia de las cienciasfilosóficas de Hegel no llegarían a reunir esos puntos porque es evidenteque no contaron con ningún arbitraje. Con algunas publicaciones quecontasen con la "gracia" del referato se pueden reunir hasta 200 puntos ysuperar a los tres libros de Hegel.- Los incentivos. En diversas actividades el incentivo está prohibido. Setrata de una práctica que va contra la ética. Ya que la práctica deportivaha influido en la adopción del referato, se podría haber adoptado tambiénla práctica del deporte en la cuestión del "incentivo". En ella talpráctica está prohibida y penada.En la Universidad es práctica loable. Es necesario acumular puntaje, sercategorizado en el nivel más alto posible, para entrar en los incentivos.Los profesores universitarios para trabajar necesitan ser incentivados.Eso sí, se paga en negro.Suponer que para trabajar se necesita ser incentivado es directamentehumillante, pues ello significa que el trabajador es tan irresponsablecomo para no realizar el trabajo que le corresponde. Si esto puedeaplicarse a todo trabajador, con más razón debe aplicarse a profesoresuniversitarios, pues se supone que éstos son "educadores". Es absurdopretender serlo si no se es plenamente responsable de su trabajo.- Los posgrados. La necesidad de acumular títulos para el puntaje con elque puedas acceder a la categorización más alta y así puedas recibir unmayor incentivo lleva a la multiplicidad de los cursos y títulos deposgrado. El grado ha quedado "degradado", tan degradado que en algunosprogramas recibidos de las instancias superiores directamente no figura,porque sólo habla de pregrado y posgrado.Es ésta una grave deficiencia. El tronco de la formación universitaria,aquello en lo que la comunidad universitaria debiera poner sus máximosesfuerzos es en la formación de grado. Para esta instancia de la formaciónuniversitaria, la Facultad debe contar con profesores debidamenteconcursados, con sueldos dignos.Los profesores con dedicación exclusiva cada año informan sobre susactividades, tanto de la enseñanza como de la investigación, de modo queno necesitan otra instancia para hacer lo mismo. Tampoco tienen necesidadde incentivo alguno, porque el sueldo que reciben debe ser suficiente parauna vida digna y un trabajo eficiente.Es un mérito de la Facultad de Ciencias Sociales el haber resistidoeficazmente a la tentativa de acortamiento de la carrera de grado. Sinembargo, la avalancha de propuestas de posgrado la ha postergado.- "Informes sobre las investigaciones." Antaño, cuando no gozábamos de losbeneficios de las categorizaciones y los incentivos, el informe que sedebía rendir de las investigaciones realizadas era eso, un informe. Ellosignifica que era necesario sintetizar el cuerpo de la investigaciónmostrando sus avances, sus dificultades, el cumplimiento de los objetivos,los cambios que el proceso de investigación ha obligado a realizar, etc.Ahora todo eso cambió. Veamos: "Breve descripción del proyecto (120palabras)". A continuación: "Describir las dificultades encontradas en laejecución del proyecto (120 palabras)". A tan difícil y severo informe lesiguen las "palabras claves". Eso es todo en cuanto informe del proyectocomo tal. Claro que nada de eso es importante. Lo importante viene ahora:Publicación de artículos, presentación en congresos, simposios;realización de conferencias, en una palabra, acumular puntaje.De esta manera, lo cualitativo ha desaparecido, fagocitado por locuantitativo, es decir, por el mercado. Hay que salir a vender elproducto, saber presentarlo, independientemente de su calidad. Esnecesario saber llenar formularios, tarea que se ha transformado en una delas principales actividades del docente universitario que quiere"progresar".
* Profesor consulto e investigador de la Facultad de Ciencias Sociales(UBA).
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1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy interesante el artículo. Y muy buena la página. Saludos y felicitaciones.